Aquella sociedad Potosina, enferma de ostentación y despilfarro, solo dejó a Bolivia la vaga memoria de sus esplendores, las ruinas de sus iglesias y palacios , y ocho millones de cadáveres de indios. Cualquiera de los diamantes incrustados en el escudo de un caballero rico valia más, al fin y al cabo que lo que un indio podía ganar en toda su vida de mitayo, pero el caballero se fugó con los diamantes. Bolivia, hoy uno de los paises más pobres del mundo, podría jactarse -si ello no resultara patéticamente inútil- de haber nutrido la riqueza de los paises más ricos. En nuestros días, Potosí es una pobre ciudad de la pobre Bolivia, "la ciudad que más ha dado al mundo y la que menos tiene.", como me dijo una vieja señora Potosina, envuelta en un kilométrico chal de lana de alpaca, cuando conversamos ante el patio andaluz de su casa de dos siglos. Esta ciudad condenada a la nostalgia, atormentada por la miseria y el frío, es todavía una herida abierta del sistema colonial en América, una acusación. El mundo tendría que empezar por pedirle disculpas.
Fragmento de "Las Venas abiertas de América Latina" por Eduardo Galeano
sábado, noviembre 03, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
ese libro lo lei para la secu , hace mucho ya ...
queridos ,
les dije q los quiero mucho ?
bueno , ahroa lo saben (:
Publicar un comentario